martes, 1 de marzo de 2011

Dr. Diego Alejandro Molea

Palabras del presidente del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora, en el marco de la Jornada por la Memoria, la Verdad y la Justicia.


Dr. Diego A. Molea y Martina Laborde

Buenas tardes, qué difícil es hablar luego de estos testimonios, luego de escuchar tantos recuerdos, de escuchar tantas enseñanzas, escuchar ejemplos de militantes de la vida. Pero a veces hacemos cosas donde uno siente que no tiene entidad como para cerrar un evento con tanta importancia y tanto valor, pero son circunstancias de la vida donde lo ponen a cada uno en un lugar y aquí estamos. Y estamos reconocimiento a ocho compañeros, y lo estamos haciendo en un momento donde hay un renacer, un momento donde hay una reivindicación histórica, momento en donde vuelve a haber una luz de esperanza.

Cuando asumimos hace dos años la gestión en este Colegio, nos encontramos con que nos tocaba entregarles una merecida medalla a todos los colegas que cumplían treinta años en el ejercicio profesional. Pero nos dimos cuenta en ese instante que había ocho compañeros que no la iban a recibir. Es por eso que hoy, de manera simbólica, hacemos esta reivindicación.

Hoy pedimos disculpas en nombre de este colegio y nuestra porque ellos ya tendrían que tener esta medalla hace años. Pero aquí estamos, no como reparadores de nada, sino como militantes de la vida que los reconocemos y reivindicamos esos abogados luchadores y a todos los que militaban y compartieron esos años de lucha.

A nosotros no nos tocó estar en esa época, pero sí hemos tenido la sed de valentía como para reconocer, y recién escuchaba al compañero que hablaba del intendente (Jorge) Ferraresi, y justamente hace muy pocos meses me asombró un dato que compartimos cuando el intendente firmaba un convenio con nosotros para poder desarrollar algún tipo de asesoramiento jurídico para los sectores más humildes, hablaba de que este país hubiera sido otro país con estos 30 mil luchando y conduciéndolo. Ese reconocimiento me asombró y quizás en época militante lo escuchamos de algún dirigente o algún familiar, pero escucharlo de un intendente te motiva porque te encontrás, como nos encontramos muchos que pensamos de esta manera.

Cuando con Claudio, que más allá de la Secretaría de Derechos Humanos que ejerce es uno de los pilares más importantes de la comisión de este Colegio, planteamos qué modelo de Colegio queríamos, lo cierto es que nosotros sentimos que no vinimos aquí para tener nuestra foto colgada en una pared, para que queden nuestros nombres colgados en el recuerdo. Nosotros sentimos que tenemos una obligación y la responsabilidad de estar aquí para poder transformar desde nuestro lugar las cosas que podamos transformar, y para poder hacer memoria, para poder hacer justicia, para poder recomponer un vacío que existe en nuestra sociedad y que existe en cada uno de los ciudadanos y que tenemos que volver a remarcar, tenemos que volver a decir las cosas por su nombre.

Y cuando surgió este proyecto, y realmente la labor que han hecho Martina, Celeste y Cecilia fue fantástica y también por una cuestión de pasiones, y de apasionados que somos todos, cuando veíamos su trabajo, un gran trabajo de investigación, su forma de hacer propia estas historias, las enseñanzas que nos han dejado, cuando vimos las imágenes queríamos opinar como ignorantes que somos y quiero pedir perdón, porque era una cuestión de pasiones, de querer reflejar cosas y a veces hay que entender que el artista hace su trabajo e investigación y nosotros apasionados queremos que haya más y más, pero han hecho un gran trabajo, nos han enseñado. Han entendido que no era más que un choque de pasiones y que aquí lo que queríamos todos era ver reflejado más que esos ocho compañeros, queríamos ver reflejada una conducta que tiene este Colegio de Abogados, queríamos ver reflejada una historia de país, queríamos ver reflejadas tantas cosas, y este era su trabajo que es nuestro trabajo porque es un trabajo de este Colegio de Abogados.

Así que, chicas, las felicito por esta labor que han hecho, que es una gran labor que nos llena de orgullo, que este Colegio de Abogados pueda estar inaugurando esta muestra sabiendo que de aquí en más continuaremos con esta muestra itinerante, con el mural y con la manera que encontremos para que a través de la memoria y del ejemplo sigamos teniendo presentes a estos compañeros en cada uno de los actos que llevemos adelante como Colegio y que cada uno de nosotros lleve adelante en su vida.

Recién escuchaba a un hijo que nos hacía un planteo que nos enseñaba sobre nuestras obligaciones como abogados. Creo que cada uno lo tendrá que recoger, nosotros como Colegio también, porque es cierto que a veces uno tiene ganas y nos encontramos con ideas, planteos de esta naturaleza, la verdad que los tomamos y nos comprometemos a poder seguir aportando no solo desde lo simbólico sino en cuestiones concretas porque lo sentimos, sentimos que es nuestra obligación como gestión.
Entendemos que un colegio de abogados tiene un gran compromiso y una gran obligación para con su sociedad, porque es el proyecto de hacerlo y porque todos los que de alguna u otra manera elegimos ser abogados lo hacemos porque en nuestra esencia, en nuestro ADN hay algo que nos hermana que es esta búsqueda de igualdad, estas ganas de participar, de hacer propia y sufrir cada una de las injusticias que suceden, entonces como así lo sentimos así entendemos que un Colegio de Abogados tiene que trabajar, participar, comprometerse más con su sociedad, con el sistema judicial y decir las cosas que tiene que decir, con los funcionarios judiciales también.

Hace poco escuchaba a los que dicen que hay que dar vuelta la página, que hay que comenzar otra etapa, y me queda un pensamiento de Estela de Carlotto, cuando en un acto que hicimos en la Universidad, nos decía cómo vamos a dar vuelta la página sino está escrita, cómo vamos a poder continuar si todavía no han pagado su culpa con la sociedad, las familias y la nación, los responsables del genocidio. Entonces no va a poder venir nadie a plantearnos que hay que dar vuelta la página, porque aquí vamos a estar nosotros como militantes para enfrentarlos y demostrar que aquí hay 30 mil compañeros que podrían haber construido un país distinto y que ahora no están. Y por esa memoria, y en respeto a ese país que no fue, es que seremos todo nuestro tiempo, toda nuestra vida militantes de esta causa.

Así como las Madres que hoy nos acompañan, nos contaban algunas anécdotas, y lo hacen con alegría, con una alegría que ellas mismas nos demuestran y cuentan que es la única forma que han encontrado para sobrevivir, y realmente así lo sentimos y sentimos la obligación de continuar con esta búsqueda. Lo haremos con alegría y lo haremos con firmeza, pero sepan que desde este colegio y desde cada lugar que nos encuentre seguimos trabajando en la búsqueda de memoria, en la búsqueda de justicia y en la búsqueda de la verdad.

Quería por último decir que a veces nos encontramos con discursos y personas que desde el esfuerzo plantean que hay que construir una sociedad más justa, nosotros queremos construir una sociedad justa. Y también quiero reconocer públicamente que entiendo que en los últimos años se ha mejorado mucho y aquí con las Madres hemos recordado la derogación del punto final y la obediencia debida, la creación del banco de datos genéticos, las leyes que permiten a los organismos de derechos humanos presentarse como parte querellante, la conformación de una Corte Suprema distinta, de la que podemos ver que pueda defender un país justo.

Encontramos muchísimos gestos que nos demuestran que hay un camino, nos encontramos con una juventud que quiere volver a militar, a mi me pasaba que éramos pocos los que militábamos en la década del ´90, éramos muy pocos pero con pasión, con ganas de transformar un país. Hoy vemos que somos muchos más, lo vemos en la plaza, vemos discutir política, querer hablar y decir las cosas por su nombre. También el reconocimiento a este país que está empezando a dar signos de que no olvida y que no perdona, y que nos sentimos con la obligación de invitarlos a participar, invitarlos a militar, invitarlos a juntarnos para transformar este país y convertirlo en un país justo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario